jueves, 22 de febrero de 2007

Naciendo III

Y por eso un buen día comencé a sospechar que la creatividad, mi forma positiva de ver el mundo, mis pequeños logros en los que había convertido algo feo en bonito eran una buena base de crecimiento y orientación profesional.

Y me centré así en un campo del diseño no muy conocido: Diseño de Interfaz de Usuario. Un campo de mi profesión con nombre feo, lo reconozco, con nombre extraño para muchos (diseño de qué¿? es la frase más repetida para los que nos dedicamos a este campo), pero con una inmensa capacidad creativa, pues ¿qué somos los "diseñadores de entorno gráfico" (cómo a mi me gusta llamarlo) sin poder controlar el ambiente visual sobre el que diseñamos? No se me ocurre mejor campo de abono para que mi creatividad crezca y crezca que la apasionante aventura de poder estar siempre buscando nuevos retos visuales... innovando.

Y llegué así al convencimiento de mis capacidades de esta manera: si desde que nací yo creo que ya diseñaba... ¿porqué no convierto en pasión lo que me ha sido dado como naturaleza?

Y ahora simplemente trabajo en una empresa grande de grandes ideas trabajando, con naturalidad, en lo que me apasiona.

Porque desde que nací yo creo que ya diseñaba.
Y sigo diseñando...

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