Sólo hay un momento en la vida en que unas
palabras pueden llegar a valer más que un fractal... cuando uno quiere transmitir una despedida, no existen imágenes que calen hondo el alma en un adiós, pero unas palabras sí que saben cómo conseguirlo.
Por si el mundo al final va y se termina un 21 de Diciembre. No es probable, pero sí es posible y se hace necesario despedirse existiendo esa posibilidad.
Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente.
Afirma tu paso con la visión del futuro.
Encuentra la calma de las montañas.
Rompe la tensión de tus nervios y músculos
con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria.
Vive intensamente la paz del sueño.
Aprende a tomar vacaciones de un minuto,
al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo,
al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro.
Recuerda cada día la fábula de la liebre y la tortuga,
para que sepas que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido
y que la vida es más que aumentar la velocidad.
Voltea hacia las ramas del roble que florece y
comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.
Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra
de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas.
HELLEN KELLER (ciega, sorda y muda de nacimiento)
La entrada original la tenéis en este blog, el
blog de AsereT de una autora sensible y que emociona con imágenes, textos y expresiones.